Este es un tema que va de la mano con la satisfacción de las necesidades de acuerdo con la pirámide de Maslow. Es decir ¿Cuántas veces no hemos comprado algo sólo porque se ve bonito? pero cuando tenemos verdadera necesidad, no importa cómo sea una vez satisfaga cualquier necesidad primaria.
Hace algunos meses conocí brevemente a Idris Motee, de Idea Couture, en un encuentro de la Asociación Mexicana de Agencias de Publicidad. Sus palabras le dieron otro “empujón” a la puerta ya abierta a la reflexión sobre nuevos paradigmas de creatividad que estamos haciendo en Méxicoy aún más en toda Latinoamérica. Diseño (entendido no como diseño gráfico, sino más como diseño industrial) y creatividad han sido departamentos conjuntos pero separados en los procesos de generación de ideas, peroya desde hace un tiempo, son la misma cosa. La necesidad estética es un paradigma fundamental aquí: todo tiene que ser y puede ser además de útil y eficiente, bello.
La línea de aplicación de la innovación conocida como design thinking
que trasciende el diseño entendido como la planeación y creación de un
“algo” nuevo (desde un edificio hasta un teléfono), se enfoca más en una
postura desde la cual abordar la realidad: la estética logra que los
objetos creados sean aún más anhelados porque se suscita esa fuerte
relación entre deseo y necesidad. O ese “no tengo idea de si lo
necesito, pero lo quiero”.
Producir este anhelo es una gran fortaleza competitiva. Y de esta
ventaja es que crece la importancia del diseño como herramienta de
negocio en las últimas cinco décadas. Un ejemplo concreto de esta
filosofía hecha empresa la vemos en Ideo. Esta iniciativa, como saben,
nace desde el diseño para generar innovación, y todo lo que crean y
activan tiene esta búsqueda estética que no cae en la trampa del
“beneficio puramente funcional”.
El diseño es transformación. Se trata de hacer que el deseo y la tecnología sean la mejor pareja posible.
Un producto puede evolucionar sustancialmente su nivel competitivo
cuando la innovación se aplica “solo” a su diseño, aunque no a su
funcionamiento esencial. Así de importante es esta perspectiva. Somos
seres inteligentes, creativos y amantes de la belleza y las respuestas
seguirán naciendo de estas cualidades intrínsecamente humanas.
Tanto discutir sobre si un producto es emocional, racional o hasta
“emoracional” y la verdad (o la neta, como decimos aquí)es que somos
irracionales y viscerales: cuando algo (o alguien) nos gusta, nos gusta y
ya está, sin mayores explicaciones y he aquí el maravillosoinsight de
que lo bello y bueno, doblemente bueno. El deseo nos mueve más que
ninguna otra fuerza. (Mariana Hernández Draftfcb México)
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